The city is landing, Jasek Yerka 1952
En el periodo de los siglos XVIII y XIX el modernismo nos trajo en su remolino opciones que implicarían despertar en el hombre personajes que este no hubiera imaginado antes en la pequeña “Ciudad Esmeralda” de la cual éramos pobladores.
Si bien es cierto las replicas siempre fueron aceptadas porque a partir de ese momento se calificaban las ideas y descubrimientos que estuvieran basados en el racionamiento lógico para una sociedad predeterminada en donde habitaban humanos estándar, humanos abstractos, donde con esto vinieron las fábricas y la revolución industrial, los humanos llegamos a formar parte de ese mismo proceso de transformación en la fábrica que es la sociedad, y empiezan a invadirnos protocolos y diplomacias, pero salen a la luz tras esta puerta al conocimiento también en formas de vanguardias como vedettes de las cuales hasta ahora muchos somos admiradores.
Si el modernismo ha marcado en nuestra historia un antes y un después, preguntémosle a Eón que sea jurado de este debate, se ponga de moda y nos cuente su opinión.
Lo que es rescatable a la vista es que el modernismo ha sido la puerta a revoluciones ideológicas, a la exploración mental y a la pérdida de esta y de no saber donde nos encontramos, a llevar al individualismo hasta tal punto de sentirnos aislados también. Lo que es un poco irónico ya que teniendo el modernismo una base racional, ha despertado en muchos, diferentes formas de pensar que continúan idealizando lo que supuestamente el ser humano “merece”, pero no deja de ser ideal.
¿Estaremos siendo pasajeros de la barca que nos llevará de par en par a un mundo prometido, de ser así, como es ese mundo prometido?, ¿habremos llegado a algo después de este par de siglos que trajo consigo a iluminados de la razón?
La arquitectura se encargó en este par de siglos de concretizar tras sus fachadas parte o todo de estas nuevas ideas, las que vemos muy claras en las heterotopías y otros mundos que esta trajo como las cárceles, los manicomios, los asilos; los reglamentos, la estandarización, lo cual convierte a estos decretos de concretos a formar parte de esta cadena de nuevas formas.
Transforma la visión de la ciudad, poniéndonos la visión de que la Ciudad Libera, pero ¿continuaremos o continuamos con la misma opinión?, lo más probable es que lo sepamos en un par de siglos mas y no romper la tradición de cada cierto tiempo voltear atrás y bajar la cabeza o sentirnos orgullosos de las pequeñeces que logramos y como el atardecer podemos ver mejor de lejos.
Mientras tanto quedamos los contemporaneos pensando en si ser postmodernistas y formar parte tambien de las replicas de esta avalancha, sacando de ahi con criterio los conocimientos que esta nos trajo disfrutando de todo el delirium tremens masivo del que ahora no podemos pasar desapercibidos.